Investigación y enseñanza del Chamamé
Danza
Teniendo como objetivo principal el
rescate, difusión y resguardo de las raíces tradicionales de los diferentes
estilos de chamamé observados en la danza, se propone la enseñanza de pasos
tradicionales basados en la observación y rescate “en campo”, de las herencias
ancestrales que se ven ejecutadas a través del cuerpo, posicionada como “el
relator” de las identidades consolidadas social y culturalmente.
Nuestra danza, ha sido resguardada
por generaciones enteras a lo largo y ancho de las provincias del NEA. Esto
tuvo un doble funcionamiento: por un lado el resguardo de tradiciones puras
heredadas y por el otro, al no estar categorizadas ni estandarizadas en pasos o
coreografías, una idea del “todo vale”
en su interpretación para los observadores externos al NEA y Santa Fe.
La danza
como mediadoras de los espacios: la idea de ver a la danza como el
vinculante comunicacional universal entre las personas que comparten un
tiempo-espacio determinado, como un ritual en el que se lee: idiosincrasia,
sabiduría, legitimaciones sociales, idioma corporal, status quo, religiosidad,
conquista, dolor. En síntesis, Chamamé en Danza como el momento legitimado para
que el cuerpo se exprese en toda su dimensión, espontaneidad y conexión con
otro u otros, que compartirán ese mismo espacio-tiempo la interpretación
única.
Nuestra danza es paisaje: nuestra interpretación corporal de la danza
chamamecera, será una radiografía del paisaje que nos vio crecer. No baila
igual un habitante de los Esteros, que el habitante del Monte. No baila igual
el que vive a la Costa del Paraná que el que habita en la costa del Uruguay.
Cambiarán los pasos en su interpretación,
serán otras las tomas de mano, el abrazo y la vestimenta. Otra forma de moverse
en el espacio y de pararse, nuestro paisaje nos habita y nosotros somos sus
intérpretes, la danza permitirá dar ese espacio de “libertad” al regocijo del festejo
y del encuentro que hará brillar los entornos geográficos.
Se puede
enseñar a sentir el baile del chamamé: dijimos que en nuestra danza está
habitada por el sentimiento, por nuestros ancestros y la sabiduría popular, por
el paisaje. Podemos enseñar a bailar “con o sin” esos elementos. De todas
maneras debemos hacer escuela de nuestra danza, pues sin ello, tenemos la
responsabilidad ineludible de haber dejado librado a la interpretación de otros
que nada o muy poco saben de nuestra historia ancestral y nuestro ñande
reko. Si nos cerramos y encerramos perdemos la posibilidad de llevar la
tradición rica y ancestral de nuestra tierra y dejamos librado a otros la
posibilidad de estandarización para su comprensión. No podremos enseñar sentimientos,
pero sí a amar con la pasión que ofrezcamos la enseñanza, lo que nosotros
hacemos y sentimos cuando bailamos un chamamé y eso es una urgencia, un deber y
una obligación como habitantes de la Nación Chamamecera.
Investigaciones
sumadas: Es
necesario que nos sumemos con las teorías y las prácticas para compilar
toda nuestra riqueza interpretativa y nuestros puntos de vista. Ayudarnos a
crecer y aportar para que nuestra nación chamamecera nos hable en el mismo
idioma y nos consagre como el devenir de una historia que no deja de
reformularse en cada encuentro chamamecero.
La cultura
Oral: como
ancestralmente nos atraviesa la oralidad guaranítica, el relato de nuestras
tradiciones parece seguir atándose a esas características, pero esta riqueza
que habita en la sabiduría popular necesita registro más allá de las letras de
las canciones y la poesía. Hay un mundo que no ha sido escrito y más allá de la
resistencia de ciertos sectores más ortodoxos que piensan que la escritura
desnaturalizará las expresividad y el sentimiento, será lo único que la
rescatará de la muerte súbita y la deformación. Un cultura o tradición no se
aprende pasando una semana por diferentes lugares y rescatando algunos relatos
cargados de subjetividades por más autorizados que aparezcan. La investigación
debe sustentarse en la diversificación de los relatos y el contraste entre
documentación, relatos, realidad actual. Es armar un rompecabezas donde
faltarán algunas piezas pero nos permitirá acercarnos a algunas teorías. Las
transcripciones de historias, recetas, creencias, vocablos, rezos, invocaciones
nos permitirá rastrear sus vinculaciones con la colonización, los
Jesuítas/Franciscanos, los africanos, el guaraní y el proceso de mixturización
y colaboración entre las culturas. Las danzas, la música, la palabra cantada,
en fin todas las artes de este universo folclórico nos darán pistas para
entender algunas cosas que nos hacen ser y estar tal en nuestra
idiosincrasia.
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